sábado, 27 de diciembre de 2014

Tiempo contra el maíz transgénico
Silvia Ribeiro*
F
inaliza otro año en que las luchas de los pueblos del maíz, por caminos diversos, siguen frenando la liberación del grano transgénico en México, su centro de origen. Es un tema de importancia global y un soplo de aliento ante tanto desastre que vive el país, con un estado que masacra hijas e hijos, jóvenes, campesinos, indígenas.
En noviembre de 2014, el jurado internacional del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) llamó en su sentencia final a prohibir el maíz transgénico en México, para contener la contaminación y la violación de los derechos de los pueblos que crearon el maíz. Apeló a varias instancias de Naciones Unidas, como FAO y el Convenio de Diversidad Biológica a cumplir su obligación mundial de proteger el centro de origen del maíz (www.tppmexico.org). Respaldó la medida judicial que suspendió la siembra de maíz transgénico, en respuesta a la acción colectiva presentada por 53 individuos y 20 organizaciones, y que pese al ataque concertado de trasnacionales y gobierno, sigue en pie.
El maíz es uno de los tres principales granos base de la alimentación de todo el planeta, y es la mayor hazaña agronómica que ha heredado la humanidad. Los alimentos que consumimos no eran originalmente cómo hoy los conocemos, todas las semillas que se cultivan en el mundo son fruto del cuidado colectivo, de la crianza mutua que comunidades indígenas y campesinas vienen realizando desde hace siglos, convirtiendo las semillas en patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad, como resumió La Vía Campesina. Las comunidades mesoamericanas crearon del teocintle, casi un pasto, una planta con mazorcas que se expresan en una enorme diversidad de colores, tamaños, sabores, propiedades, y que crece desde tierras calientes a nivel del mar hasta en frías montañas a 3 mil metros de altura. Cuando llegaron los conquistadores, se sembraba maíz desde Canadá hasta Tierra del Fuego. Es una planta humanizada: no subsiste ni se multiplica sin la acción de los seres humanos. Pero su polen se esparce con el viento, con los insectos, los pájaros, se casa con otros maíces, y esos con otros, moviéndose, alegrándose, alegrándonos y volviendo a crecer gracias a las manos campesinas que le dan cobijo, que lo alimentan y de él se alimentan y nos alimentan.
Los transgénicos violan todo esto. Son híbridos desarrollados en laboratorio, a los que les introducen genes de especies con las que nunca se cruzarían en la naturaleza, solamente para servir a la gran producción industrial y uniforme, con maquinarias pesadas, usando altos volúmenes de agrotóxicos. No son para aumentar la producción, ya que producen igual o menos que los híbridos de maíz que ya existían, sino que, como todos los transgénicos, son una herramienta para el control corporativo. Esos transgenes y semillas están patentados por unas pocas empresas transnacionales que van por el control total de agricultores y semillas. Una vez en campo, la contaminación transgénica es inevitable y tiene impactos graves en los maíces campesinos, el ambiente y la salud, pero es negocio para esas empresas.
Monsanto, DuPont-Pioneer, Syngenta, Dow, tienen cerca del 95 por ciento del mercado global de semillas transgénicas. Monsanto y DuPont (a través de su subsidiaria PHI México) controlan a su vez 95 por ciento del mercado de semillas de maíz híbrido en México. Estas poderosas empresas no pueden creer que siguen sin lograr legalizar la siembra de maíz transgénico en México, más aún cuándo la tónica oficial ha sido entregar las riquezas de la nación al mejor postor trasnacional. El gobierno autorizó cientos de miles de hectáreas de algodón y soya transgénica, y desde septiembre 2012 quiso autorizar la siembra comercial de maíz transgénico. Se topó con una amplia resistencia desde los pueblos, movimientos y organizaciones sociales, ambientalistas, intelectuales, artistas, científicos críticos, consumidores, tanto a nivel nacional como internacional, que se lo impidieron.
Amparos promovidos por organizaciones de apicultores en la península de Yucatán detuvieron la siembra legal de soya transgénica, que amenaza terminar con la apicultura y los campesinos que subsisten con ella. En el caso del maíz, la resistencia popular lleva más de una década, logrando posponer por años las siembras experimentales y paralizar la siembra comercial. En octubre 2013, una medida precautoria dictada por el juez Jaime Manuel Marroquín ordenó la suspensión de autorizaciones a siembras experimentales y comerciales, ante una demanda colectiva representada legalmente por Colectivas AC y Semillas de Vida.
Desde entonces, esas empresas, junto a Sagarpa y Semarnat, han presentado 90 apelaciones en diferentes juzgados, intentando revertir la suspensión, lo cual no han logrado. Este caso del Estado trabajando junto a las trasnacionales contra el interés público y por la enajenación de uno de los patrimonios vitales del país, es uno de los ejemplos que tomó el TPP para demostrar el desvío de poder en que incurre sistemáticamente el Estado mexicano.
El maíz está para siempre entretejido en la vida de los pueblos y no existe el tiempo para terminar la resistencia contra el despojo. Como dijo la sentencia del tribunal, retomando el testimonio de Luis Hernández Navarro sobre la situación en México: Este Tribunal Permanente de los Pueblos capítulo México, es simultáneamente testigo y partero de una nueva realidad. Ellos, allí arriba, tienen el reloj. Ustedes y nosotros, aquí abajo, tenemos el tiempo.
*Investigadora del Grupo ETC
La contralora Sandra Morelli
Joan Martínez Alier
L
a jurista colombiana Sandra Morelli, mujer de fuerte personalidad, es una integrante del establishment colombiano, y desde septiembre de 2014 no sabe si está viviendo un año sabático o un exilio político en Roma. Ella es protagonista habitual en la prensa de Colombia tras ser durante cuatro años (2010 a 2014) la contralora del Estado, nombrada por acuerdo del Congreso y el Presidente.
Especialista en derecho administrativo y constitucional, formada en Bogotá y también en Bolonia, su paso por la Contraloría mostró cuánto podrían hacer y no hacen los funcionarios que ocupan tal posición en otros países latinoamericanos. Los contralores deben vigilar si los impuestos se gastan conforme al presupuesto y si se recauda todo lo que se debe, tema importante en Colombia con una economía que depende en parte de exportaciones mineras de empresas multinacionales.
Mientras el presidente Santos impulsó lo que ha llamado la locomotora minera, la contralora Sandra Morelli cumplía su obligación investigando contratos y cuentas de las compañías mineras. Se rodeó de un grupo de expertos en hidrogeología, derecho, economía, salud pública y química ambiental que habían estado apartados de las políticas públicas oficiales.
La Contraloría es una institución importante, con miles de funcionarios. Sandra Morelli la activó y arremetió contra la corrupción particularmente en el sector de la salud pública, donde descubrió que se facturaba por la venta de medicamentos genéricos que eran simplemente como harina, que no curaban a nadie, ganándose la enemistad de un abogado de la empresa Saludcoop que ha llegado después a fiscal general del Estado.
Esta labor, junto con su apoyo a la investigación de los daños de la minería de gran porte y sus grandes pasivos ambientales, fue reconocida en palabras del senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático Alternativo, recordando que en 2010 él no había respaldado la elección de Morelli al frente de la Contraloría pero quería aprovechar su despedida para resaltar su labor al frente de casos como el de las EPSs y Saludcoop, en el cual se recuperaron 1.4 billones de pesos para el erario y el seguimiento a los casos de la Gran Minería, en donde los estudios y documentos son excelentes referencias. Así es, realmente.
La labor de Sandra Morelli no sólo obtuvo elogios. Su salida fue accidentada, porque el fiscal general aprovechó el momento para poner una denuncia penal por peculado en favor de terceros, alegando que el contrato de alquiler del nuevo gran local de la Contraloría firmado en 2010 se había hecho sin cumplir los requisitos legales. Se trata de una evidente venganza, a la que se suma la del sector minero. Varios funcionarios de la Contraloría están siendo atosigados. Ante esos ataques, la contralora movilizó sus contactos en Italia y allí vive ahora, esperando que amaine esa artificial tormenta mientras emprende un periodo de docencia y consultorías. Por un momento temió ser encarcelada y que su hijo de 11 años (huérfano de padre) fuera colocado en una dependencia estatal. Por eso se fueron a Roma.
Un buen deseo para el año 2015 es que Sandra Morelli escriba o dicte un libro y hasta un guión para un documental que sirva a los estudiantes de derecho y a los ambientalistas de Colombia y otros países para que se vea qué puede hacer una contralora con empuje. Ahí explicaría los detalles técnicos y las anécdotas de sus actuaciones para meter en vereda a compañías y funcionarios estatales en los casos de Cerro Matoso (minería de ferroníquel, cuya concesión administrativa es defectuosa al haber supuesto la expulsión de poblaciones locales); de la Drummond, por daños al ambiente y a la salud pública en el puerto de Santa Marta y en sus horrendas explotaciones de carbón en El Cesar; de la Billiton y su despojo de territorio wayúu en La Guajira y su intento de desviación del río Ranchería; de la Anglo Gold Ashanti en La Colosa, en Tolima, explicando las razones de la legalidad del referendo de la localidad de Piedras…
Sandra Morelli auspició la publicación de cuatro libros sobre la minería en Colombia. En otras épocas esos textos publicados por la Contraloría estarían ya hechos picadillo, pero dio tiempo a salvarlos en la web y ahí están para ser estudiados. Es asombroso que ante estas evidencias se siga elogiando lalocomotora minera. La edición de estos cuatro excelentes informes ha estado a cargo del economista Luis Jorge Garay. El volumen cuatro incluye datos de contaminación de agua en El César obtenidos por el geólogo Robert Moran y un excelente inventario y estudio de conflictos ambientales en Colombia del economista ecológico Mario A. Pérez Rincón. Estos son los links:
Vol. 1: Fundamentos para superar el modelo extractivista.
Vol. 2: Derechos, políticas públicas y gobernanza.
Vol. 3: Daños ecológicos y socioeconómicos, y consideraciones sobre un modelo minero alternativo.
Vol. 4: Control público, memoria y justicia socioecológica, movimientos sociales y posconflicto.
Infancia y Sociedad
 Juguetes inteligentes
Andrea Bárcena
L
os mejores juguetes infantiles son fácilmente identificables: sólo funcionan con la acción de los niños, que son su verdadera e inagotable pila. Porque mientras para los adultos el juego es entretenimiento y diversión, para los niños jugar es investigar y transformar. El juego infantil es la actividad precursora del pensamiento científico y la gran oportunidad para el desarrollo de la inteligencia.
Es por ello que la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría recomiendan que haya un control del tiempo que los niños están en contacto con juguetes electrónicos como tabletas o celulares. Según sus criterios, conviene que niños menores de dos años no tengan contacto alguno con aparatos electrónicos. De los tres a los cinco años el uso de esos aparatos no debe ser mayor a una hora por día, y de seis a 18 años hasta dos horas por día como máximo.
En opinión de Cris Rowan, terapeuta pediátrica, bióloga y escritora, los niños y jóvenes están usando actualmente de cuatro a cinco veces más esos aparatos que la cantidad recomendada, con consecuencias graves, que amenazan su salud y su vida.
Estudios de la Fundación Kaiser y de Active Healthy Kids, Canadá, advierten que los dispositivos portátiles (celulares, tabletas, juegos electrónicos) han aumentado enormemente su presencia en la vida de los niños, a edades cada vez más tempranas.
Según estudios científicos que pueden conocerse en (http://www.zonein.ca/), la estimulación del cerebro causada por la exposición excesiva a tales tecnologías (celulares, Internet, iPads, tv) se asocia con incremento en déficit de atención, retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje y aumento de la impulsividad. También producen retraso en el desarrollo porque restringen el movimiento físico: los niños se hacen sedentarios, aumenta el sobrepeso y también presentan trastornos del sueño.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud clasificó los teléfonos celulares (y otros dispositivos inalámbricos) como un riesgo de categoría 2B (posible carcinógeno), debido a la emisión de radiación. Por último, el uso excesivo de estas tecnologías favorece el aislamiento y predispone a las adicciones: uno de cada 11 niños son adictos a esos aparatos. Si usted quiere que sus hijos se diviertan y también se formen inteligentes y sensibles, llévelos al teatro, a conciertos de música, lea para ellos un cuento antes de irse a la cama, converse siempre con ellos y procure que en su infancia no falten, por ejemplo, las pelotas, el triciclo, la bici, rompecabezas y juegos de armar. ¡Feliz año nuevo: Ayotzi 43 = 39 constitucional!


México SA
Petróleo: fin de la fiesta
Pronósticos de la OPEP
Bara: dolarito a 15 pesos
Carlos Fernández-Vega
M
éxico cierra el año con precios petroleros no registrados desde hace cinco años, cuando la crisis del catarritoarrasó con la de por sí endeble economía nacional. Ahora que según la versión oficial todo marcha muy bien (se nota que el gobierno no se asoma a la calle), el desplome del ingreso proveniente del oro negro, sumado a la baja en la producción, no presagia buenos tiempos.
Un año atrás, en plena euforia reformista del gobierno de Enrique Peña Nieto, el barril mexicano de exportación se vendía 93.31 dólares y los modernizadores se mostraban felices por la catarata de inversionesque llegaría al país por la apertura y el gran atractivo del precio petrolero. Hoy, ese mismo barril se vende a un precio casi 50 por ciento inferior al de ese entonces, lo que hace recordar que 35 centavos de cada peso del presupuesto de egresos de la Federación provienen de esta actividad.
Todavía en abril de 2014 la fiesta estaba a todo volumen, porque el barril mexicano se vendía a 114 dólares, aunque para agosto había caído a 100 dólares, y de allí en picada. Ayer no hubo cotización de la mezcla mexicana, pero el pasado martes se ubicó en 48.40 dólares. Sólo en lo que va de diciembre del presente año, el citado precio se desplomó 30 por ciento.
En el mejor de los casos, y sólo en él, la carretada de inversiones (versión oficial, también) producto de lareforma energética está en veremos, y las que llegaran comenzarían a rendir frutos en 2016, si bien va, aunque desde ya la perspectiva se aprieta, porque el precio del barril mexicano no resulta tan atractivo como lo era un año atrás, de tal suerte que los potenciales inversionistas ponderan retrasar o condicionar sus proyectos, o de plano cancelarlos.
A la caída del precio mexicano de exportación se suma el constante descenso de la producción petrolera nacional, en un mercado internacional inundado de crudo y con la reducción de las importaciones de Estados Unidos, principal cliente del oro negro otrora del Estado. Roto con descosido, pues.
En este contexto la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP, a la que nuestro país no pertenece) adelanta que en 2015 México destacará, aunque no precisamente por buenas razones, toda vez que de acuerdo con sus cálculos será la nación americana que mayor descenso registrará en producción y exportación de crudo. En el lado opuesto se colocarían Canadá y Estados Unidos, capaces de incrementar sustancialmente la oferta de crudo.
De acuerdo con el más reciente análisis de la OPEP, en 2015 todas las naciones petroleras latinoamericanas aumentarán la oferta de crudo (lo que presionará aún más para el descenso de los petroprecios internacionales)… excepto México, cuyas finanzas públicas, dicho sea de paso, dependen en muy buna medida del ingreso proveniente del oro negro. A nivel continental, estima que la producción petrolera aumente a grado tal que será el mayor incremento mundial fuera de las naciones que integran la citada organización.
El constante descenso de la producción petrolera mexicana es atribuible, de acuerdo con la OPEP, particularmente a Cantarell, pero también a la disminución gradual en la zona Ku-Maloob-Zaap (KMZ), también localizada en la Sonda de Campeche.
La reforma energética promulgada de México, apunta la organización, significa que Pemex se enfrentará a la competencia por primera vez desde que fue creado como una empresa del Estado. Desde esa perspectiva, parece poco probable que la producción mexicana de crudo de México se incremente antes de finalizar 2015, pues los grandes proyectos como Ayatsil-Tekel (también ubicada en la Sonda de Campeche) difícilmente entrarán en funcionamiento ese año. Por lo tanto, se anticipa que con la aguda caída en los precios petroleros la producción de petróleo mexicano declinará más rápido de lo esperado.
En 2014 la demanda internacional de petróleo se ha visto afectada por la mayor eficiencia, la sustitución de combustibles y un sólido crecimiento en el consumo de destilados en Estados Unidos. En la OCDE Europa y Asia Pacífico, una serie de factores han contribuido al menor crecimiento de crudo, y entre ellos destacan las tensiones geopolíticas y la actividad económica más lenta a la estimada. Sólo como referencia, alrededor de 85 por ciento del crudo mexicano se destina al vecino del norte, donde la demanda petrolera se ha reducido.
Para 2015, la OPEP prevé que el suministro de petróleo de las naciones que no forman parte de la organización registre un crecimiento cercano a un millón 360 mil barriles por día, provenientes, principalmente, de Estados Unidos, Canadá y Brasil, mientras se esperan descensos en México, Rusia y Kazajstán.
Por su parte, los integrantes de la OPEP aumentarían su producción en alrededor de 200 mil barriles por día, aunque la propia organización advierte que si el entorno actual de precios persiste en el año que viene, podría tener implicaciones tanto para la economía global como para el propio mercado mundial de crudo, aunque todavía no está claro hasta dónde llegaría la caída. Por lo tanto, la evolución de la oferta y la demanda, así como las inversiones y los factores como la actividad especulativa, se debe seguir de cerca durante el próximo período.
La OPEP apunta que la decisión de los países que la integran, en el sentido de mantener el techo de producción en 30 millones de barriles por día, motivó la reacción del mercado y los precios del crudo siguieron a la baja. A ello se suma la crisis europea, el estancamiento económico de Japón y la incertidumbre sobre el futuro inmediato de la economía mundial.
En fin, todo indica que 2015 no será el gran año pronosticado un bienio atrás por los organismos internacionales (que cada vez atinan menos en sus pronósticos), ni el seleccionado por el gobierno peñanietista para que México se mueva hacia el desarrollo sostenido. Más bien pinta bastante agitado y la tendencia es que pase a formar parte del de por sí grueso inventario de años perdidos, especialmente para el caso mexicano.
Las rebanadas del pastel
Otro que ya no siente lo duro sino lo tupido por la volatilidad pasajera es el tipo de cambio peso-dólar: ayer por cada billete verde se pagaron 15 bilimbiques en ventanillas bancarias… Va un enorme beso y abrazo para mi querida Marianita en su aniversario número 13, que se cumple mañana.
Twitter: @cafevega


Navidad para unos cuantos
Arturo Alcalde Justiniani
N
o cabe duda, somos un pueblo con fuertes tradiciones, por ello en estos días hacemos hasta lo imposible por celebrar con nuestras familias las fiestas navideñas: algunos retornamos a nuestros lugares de origen, otros incluso cruzan fronteras para reunirse con los suyos. Las carreteras del norte del país se colman con la presencia de filas de automóviles de cientos de migrantes que viven en el otro lado, en donde se rajan el alma y el cuerpo para mantener a sus familias en este país nuestro que no tiene la capacidad de brindarles fuentes de trabajo y salarios dignos.
A pesar de esa disposición colectiva a voltear hacia dentro, en estos días saltan a la vista con mayor rudeza los efectos de una sociedad marcada por la desigualdad entre una minoría pudiente y derrochadora y una mayoría pobre carente de lo básico y angustiada por el futuro. Las distancias se acentúan por el embate consumista que nos agobia y empuja a adquirir bienes para satisfacer ilusiones infantiles o deseos familiares. Así, crecen las deudas con el usurero de la esquina, fauna que se ha incrementado con la pobreza creciente, o en otro espacio, con las tarjetas de crédito que van engordando la cartera vencida porque se excede el punto de equilibrio entre el ingreso y la obligación de pago.
Hay otro sector de la población que vive los días navideños envuelto en indignación y duelo profundos por los familiares, compañeros y amigos que han sido afectados por esta guerra absurda vinculada al narcotráfico, pero también por múltiples formas de despojo, ausencia de respeto de una mínima legalidad y por una impunidad seca y dura. Es el agobio que se sufre en gran número de comunidades en este país, en la ciudad y en el campo, no sólo en Guerrero, Michoacán, estado de Mexico, Morelos y Tamaulipas. En muchos rincones de México es evidente que se ha impuesto el poder de mafias y grupos delincuenciales, de los que forman parte las autoridades en distintas modalidades. Transita uno por cualquier rumbo y aparece la queja de ciudadanos, víctimas de redes de intereses que han impuesto su propia ley y también su aparente calma, porque finalmente han logrado una subordinación total y un miedo generalizado.
En estos días se exhibe también con mayor claridad la incongruencia entre nuestra forma de vida cotidiana y el pensamiento y los valores cristianos que sostiene profesar la mayoría. El mensaje más profundo de Jesús está orientado en favor de los pobres, los débiles y todos aquellos que sufren; sin embargo, para muchos se ha entendido como la obligación de cumplir con ritos y con la presencia fervorosa en los templos para aparentar ante familiares y amigos su cercanía con Dios.
Son días que deberían ser aprovechados por los ministros de la Iglesia para hacer presente un mensaje claro y rotundo en favor de la justicia y la igualdad, condenando la hipocresía de los poderosos, récordandoles la máxima bíblica de que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico se salve.
Es evidente que la confesión cristiana no logra en la práctica tocar conciencias y conductas. Quizá deberíamos asumir que más allá de la religión, por cuestiones de seguridad personal y familiar, nos conviene buscar nuevas reglas de convivencia para reducir el encono social que crece día con día.
La corrupción evidente de los gobernantes ha quedado particularmente exhibida en fechas recientes, a tal grado que se ha renunciado a la explicación pública, apostando al olvido. La propaganda, la manipulación informativa y las tradicionales dádivas harán su tarea; sirven a esta lógica las buenasnoticias electorales para partidos como el Verde Ecologista, que bien se sabe, ni es partido ni menos verde o ecologista, sino un vulgar negocio familiar, de cuates, cuya estrategia es sobrevivir a expensas del Partido Revolucionario Institucional (PRI). La única explicación de su mejora electoral presentada en las últimas encuestas deriva de la ignorancia y de campañas mediáticas millonarias plagadas de falsedades y verdades a medias.
En el ámbito del Congreso de la Unión se acumula una agenda atrapada por la resistencia a perder intereses creados. Por ello, las leyes anticorrupción no caminan y se pretende crear nuevos aparatos integrados precisamente por quienes son parte del problema y no de la solución. Tampoco transita la ley de transparencia presentada, y la agenda social, con sus renglones en materia salarial, seguro de desempleo y pensión universal, se ha congelado. Al encono social se ha agregado la imposición gubernamental de un incremento al salario mínimo menor a tres pesos diarios, a contracorriente de toda la evidencia que demostraba la necesidad de un cambio de rumbo. Por su lado, los empresarios aprovechan la debilidad gubernamental para reclamar reducción de impuestos, como si esa fuera la medicina para esta enfermedad social que requiere precisamente de lo contrario.
Una de las caras más duras de la Navidad de los pobres está presente en las cárceles, plagadas de inocentes, pequeños infractores, jóvenes sin futuro y víctimas indirectas del narcotráfico, lo que debería convocar a una reflexión sobre si este es el mundo que deseamos construir rumbo al futuro.
No debemos permitir que en el año que comienza se repitan los mismos vicios, despojos, impunidad e injusticia en el país. Debe convocarnos hoy la convicción profunda de cambiar el rumbo; el punto es compartir un diagnostico común sobre la causa de nuestros males y la seguridad de que se puede transitar hacia situaciones mejores para todos. De lo contrario, le seguiremos el juego a quienes se han apoderado del país y seguramente todo irá para peor en este México nuestro que es de todos.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Sostienen que el plan de pacificación del gobierno ha fracasado
Dejar las armas sería suicidarnos: autodefensas de Michoacán
La autoridad quiere acabar con los líderes para apaciguar el estado, aseguran
Foto
Autodefensas de la costa michoacana se han rearmado porque aseguran que el comisionado Alfredo Castillo no ha cumplido sus promesasFoto Sanjuana Martínez
Sanjuana Martínez
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 21 de diciembre de 2014, p. 6
Aquila, Mich.
Semeí Verdía, indígena nahua productor de papaya y líder de las autodefensas de este municipio costero, atribuye a las cosas de Diossu permanencia en este mundo: Es la tercera vez que me salvo de milagro. La primera fue en mi pueblo, la segunda en el campo de futbol y, ahora, el golpe iba directamente para mí.
Era mediodía, patrullaba la localidad de La Placita con unaTacoma gris de puntero, cuando decidió parar a comer en un restaurante. Otro vehículo similar, en el que viajaba una familia con cinco pasajeros, avanzó por la misma carretera, pero a la altura de Las Peñas sufrió una emboscada y resultaron heridos tres adultos y un niño.
Fue el martes 16 de diciembre, el mismo día que mataron al hijo de Hipólito Mora en los enfrentamientos ocurridos en La Ruana contra Luis Antonio Torres, alias El Americano.Soy católico. Sé que el ataque era para mí. Ésta es una bendición de Dios, un aviso para cuidarnos mejor. Los intereses aquí son muy fuertes.
Verdía, comandante de la policía comunitaria de Ostula, una zona rica en hierro, movilizó a su personal para peinar la zona y capturó a Jonathan Aguilar, La Changa, a las órdenes del aún jefe templario de la zona, FedericoLico González, quien confirmó que el objetivo principal es acabar con los líderes de las autodefensas.
Ante las promesas incumplidas por el comisionado para la seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo, los comunitarios de la costa michoacana se están rearmando. Al día siguiente de la emboscada, Semeí Verdía no dudó en movilizar a los indígenas de la zona.
He vuelto a levantar a mi comunidad. Hay más de mil personas. Que se preparen. Viene lo mejor. Vamos a empezar a darle vacaciones a los familiares de los malandros. Los vamos a sacar de los pueblos. Ellos son los que se están prestando para dar información sobre nosotros.
Delgado, bajito, con una mirada aguda, Verdía tiene un sólido liderazgo frente a su comunidad, cuyo respeto se ha ganado con base en mucho valor, trabajo y lealtad.
Quieren acabar con el movimiento
Dice estar seguro de que en los ataques de los templarios hay otro responsable: El gobierno. Esto es parte de la estrategia del gobierno; yo lo culpo directamente. Quieren acabar con los líderes del movimiento. De esa manera piensan apaciguar a Michoacán. Quieren acabarnos, pero hay un Dios.
Son siete meses de decepción. Desde los acuerdos de desarme con el gobierno del 10 de mayo, los habitantes de la zona han esperado el cumplimiento de las promesas de Castillo, algo que no ha llegado: El comisionado ha hecho un trabajo puerco. ¡Tan bien que íbamos nosotros! Hay mucho enojo porque uno anda por el bien y es lamentable que el gobierno este prestándose a cosas malas. En Michoacán hay muchos intereses en la cuestión política, porque es uno de los tres estados más codiciados del país. Quieren acabar el movimiento de autodefensas de una u otra manera. No podrán.
El primer grupo de autodefensa fue el suyo. Surgió en 2009, cuando los habitantes de la tenencia de Ostula decidieron arrebatar La Placita a lostemplarios. Desde entonces siguen organizados, porque el acecho del crimen organizado es permanente y el supuesto plan de pacificación del gobierno ha sido un fracaso.
Afirmativo. Un fracaso. Por eso no hemos dejado las armas, y ahora menos que nunca. No las vamos a dejar, al contrario, hay que agarrar más, muchas. Esto es un rearme para echarle chingadazos a los delincuentes. Que el gobierno nos deje hacer las cosas. Nosotros sí las sabemos hacer, no como ellos. A mí Castillo no me asusta con eso de la cárcel. No lo ocupamos cuando nos armamos. ¿Por qué nos va a desarmar? Yo traigo una que le caben 30. No me voy a dejar. ¡Pura chingada!
El Temerario
Durante los siete meses del supuesto programa de seguridad puesto en operación por el comisionado Castillo, los autodefensas han comprobado, dicen, que dicho plan es un fiasco.
En la costa, los reclamos al impuesto funcionario del gobierno de Enrique Peña Nieto son constantes. En Caleta de Campos, los hombres dirigidos por Semeí Verdía hacen guardia. Algunos llevan rifles de cacería y otros, AK-47. Son apenas adolescentes, vestidos con pantalón de mezclilla, camisetas y sandalias, sin aparente entrenamiento, aunque aferrados a la idea de defender a su pueblo y a sus familias.
Han colocado una manta a la entrada de la comunidad con los cinco puntos incumplidos por el comisionado Castillo: la falta de legalización de la mayoría de los autodefensas, no haber encarcelado a los jefes de plaza templarios, no respetar la decisión de los lugareños al momento de seleccionar a la policía rural, no entregar certificados de portación de armas y no haber liberado aún a los 380 comunitarios presos.
El líder de autodefensas Juan Díaz Alcalá, mejor conocido como El Temerario, hace honor a su alias cuando patrulla la zona que cubre los municipios de Aquila, Coahuayana, Chinicuila y Coalcomán. Usa sandalias y lleva al cuello su inseparable AK-47.
El último enfrentamiento entre Hipólito Mora y El Americano le dejó la imagen de una posible guerra civil entre hermanos en territorio michoacano: “Es una desgracia que entre compañeros nos estemos haciendo eso. El pleito no es entre nosotros, sino contra Los Caballeros Templarios”, dice en entrevista con La Jornada.
Junto con Semeí y Héctor Zepeda Navarrete, líder de las autodefensas de Coahuayana, se levantó en armas para defender a su familia y pronto se dio cuenta de que el plan del gobierno firmado el 10 de mayo no funciona porque la Fuerza Rural no tiene estructura y carece de comandancias, patrullas, armamento, uniformes y salarios.
El trabajo de Castillo está mal, ya no es favorable para nosotros. No quiere que andemos de autodefensas, sino como rurales, pero todavía no nos constituye ni siquiera a 50 por ciento. ¿Cómo es posible que diga que ya no quiere ver autodefensas armados?¿Cómo nos vamos a defender? A Semeí lo iban a matar en una emboscada. A Héctor y a mí, un (agente del) ministerio público corrupto nos andaba inventando cosas para meternos presos.
Coincide en señalar que el objetivo del comisionado es destruir a los líderes de las autodefensas: El gobierno tiene mucho que ver. Si no estuviera dándole alas a unos más que a otros. El gobierno nos dividió. Sólo uniformó a unos cuantos y a los demás, no. Pero da la casualidad que con nosotros no han podido.Vamos a seguir armados y en lucha, hasta que no nos constituyan al 100 por ciento.
Explica que en Aquila sólo están operando 18 agentes rurales, una cantidad ridícula para un municipio del tamaño de Colima y, con el desarme, los templarios han regresado a los lugares de donde habían huido cuando los comunitarios se levantaron en armas.
“El error de Castillo fue uniformar gente así nomás; ahora él mismo los quiere desarmar, porque uniformó a pura gente que no sabía nada. Nosotros seleccionamos a personas que sí nos van a servir; no es posible que hayan armado gente que haya sido partícipe de Los Caballeros Templarios. Los ‘perdonados’ no están funcionando y deberían desarmar a quienes provocan los enfrentamientos.”
Para El Temerario, la situación actual en Michoacán es peor que antes, porque el gobierno no está combatiendo ni encarcelando a lostemplarios: “Hay criminales libres como Federico Lico González, que mató mucha gente en Ostula, que anda libre. Hoy vimos a hermanos de Licoque andan montados en el cerro con armas de alto calibre. Y la policía no los detiene.Ya hablamos con el comandante federal”.
Hace unos días desmontaron unacocina donde los criminales elaboraban crystal: “Fuimos y desenterramos las ollas. Los malandros no se han ido. Al final, la paz va a llegar cuando el gobierno se decida a trabajar en coordinación con nosotros para terminar con Los Caballeros Templarios”.
Criminales sin entrañas
Don Amador Valencia Mercado tiene 60 años y lleva su AR-15 al hombro. Camina despacio con sus sandalias, usa sombrero y tiene la piel curtida por el sol. Es campesino y ganadero. Lostemplarios asesinaron a su hermano y le quitaron sus propiedades: También me secuestraron a un sobrino; me quitaron lo que tenía, y en el último jalón, me robaron 48 reses del corral. Hasta que ya no soporté. Y decidí unirme a la causa.
De pelo cano y ojos verdes, es soltero con una hija. Cuenta que muy joven quedó huérfano y asumió la crianza de sus nueve hermanos. Ha trabajado en el campo toda su vida y considera que el plan de desarme del gobierno del 10 de mayo fue simplemente un alivio para los criminales.
Nos hemos mantenido en las fronteras atrincherados, siempre con las armas listas para atacar. Y también cuidándonos del gobierno, porque nos quiere detener. Castillo no cumplió. Simula una seguridad que no existe. La policía rural no funciona: no hay camionetas, les deben meses de salario, dieron pocos rifles sin parque. ¿Cómo vamos a dejar nuestras armas? Lo hacen con el fin de que nos maten los criminales.
Su valentía en el combate lo ha convertido en un líder querido y respetado por la comunidad: Los objetivos principales somos nosotros, los líderes que andamos en esto. Es preferible que nos agarre el gobierno y nos ponga como delincuentes si así quiere, pero no podemos guardar las armas, porque está la vida de nuestras familias de por medio. Ellos no respetan ni siquiera a la familia, son criminales sin entrañas.
Habla sin prisas, mirando a los ojos, con un discurso contundente:No nos hemos desarmado ni lo vamos a hacer. Dejar las armas sería suicidarnos.

Francisco Torres Córdovaftorrescordova@yahoo.com
Armas las que sean
Puede pasar inadvertida en la rígida penumbra de un dormitorio para niños, en una sacristía sin ventanas, en el patio roto de una escuela rural sin bebederos, en la terrosa soledad de los caminos o al fondo en la confusa y asediada muchedumbre de los días. Su voz puede ser afable y sus modales contenidos, de aspecto trivial y atuendo modesto, las uñas limpias y tibia la sonrisa. O no, y entonces mostrarse en oros y diamantes desbordados en anillos, dientes y relojes que valen lo que pesa por lo menos una muerte, que es mucho o poco o nada según se vea en estos tiempos ya de siempre. Puede reservar o atemperar sus ansias primitivas en el suelo del alma si la hubiera, o guardarse en la conciencia gota a gota, compartir insospechada en comederos de mercados o festejar discreta y a veces incluso seductora en banquetes de manteles largos con arreglos rebosantes de orquídeas o alcatraces. Puede no ser lo que parece y engañar al ojo atento, o parecer lo que no es y encandilar al ojo ingenuo. Es concentrada y eficaz en sus asuntos, sabe acercar su silla forrada en piel con remaches de cobre a las pesadas mesas de exóticas maderas en que tanto se trenzan y celebran tratos de abundancia para algunos, y se acuerdan múltiples destinos cotidianos de esperanzas rotas y sólidas carencias para muchos; poner su índice en tableros financieros que todo lo sopesan y cotizan, lo calculan y sentencian, y trazar con elegancia solemne su firma en concesiones y convenios impresos en folios ribeteados con emblemas, banderas o sellos en relieve. Es estricto su negocio, provechoso y sustentado en amenazas y terrores que se cumplen y consagran el poder de su sordera, que en ella no es flaqueza en absoluto. A fuerza de insistir y repetirse, de pulir sus instrumentos y recursos con la piedra porosa de la historia, no le tiembla la mano o la mirada a la barbarie. Su pulso está impuesto como dicen al temple de las armas las que sean, y en parlamentos, congresos y senados, ministerios y cortes, su lengua derrocha gracia y sutilezas. Es ubicua o equívoca si quiere, o precisa o roma o delirante si toca la estrategia, pues lo mismo le da un contubernio de satín o terciopelo, de casa grande y blanca con soberbia vista a la miseria, que un lodazal de cuerpos y ojos extraviados. Y aunque oculta bien su paso, al final el empuje de su huella es indeleble. Sus obras no caducan, no se diluye en calendarios y discursos la sangre que vacía en la memoria, la de entonces que es ahora todavía y también será mañana:  “Habrá que lavar no sólo el piso: la memoria./ Habrá que quitarle los ojos a los que vimos,/ asesinar también a los deudos,/ que nadie llore, que no haya más testigos./ Pero la sangre echa raíces/ y crece como un árbol en el tiempo./ La sangre en el cemento, en las paredes,/ en una enredadera: nos salpica,/ nos moja de vergüenza, de vergüenza, de vergüenza.// Las bocas de los muertos nos escupen/ una perpetua sangre quieta” (“Tlatelolco 68, fragmento 3”, Jaime Sabines.)

Aguacate: país que arde
Un joven se prende fuego en las calles de Chiapas para exigir justicia, otro muchacho levanta la bandera mexicana en Oslo y le pide a Malala no olvidar esta tierra humedecida por las lágrimas y la sangre; la asfixia de un hombre que muere ejecutado por el narco; un presidente que viaja a China para quitarse el estrés mientras se incendia lo que no gobierna; funcionarios de la cultura depositan los honorarios atrasados de artistas el mismo día en que han muerto; padres de normalistas que gritan con un dolor y un desconsuelo que ningún discurso apacigua ni mengua; los mismos padres que le gritan en la cara a los legisladores que no sirven para nada (y la razón les asiste). La Casa Blanca que nadie aclara, pues de tan blanca, es intocable. Calles donde la bestia desata su furor. La bestia reprimida hace su nido de impunidad, la bestia cotidiana, la rumorosa, silente bestia en las entrañas, en el ombligo de la luna, fosa de todos. La ley no escrita dice: “Ya es fácil ser delincuente en el país y no pagar los platos rotos.” Indignación, fuego y olor a pólvora por todas partes.
Sendas imágenes de actualidad permiten vislumbrar la ausencia del Estado mexicano, la patria sin ley, acéfala, en que vivimos. Este es el tema de la exposición Aguacate, realizada en el Centro Morelense de la Artes, en el marco de la IX Semana de las Artes, en la cual exponen Benjamín Torres, Daniel Guevara, Lisandro Arenas, Manuel Arcos, Osmar Ramírez, Paola Martz y Paul Mujica.
Para Citlali Ferrer, escritora y curadora de la muestra, “en esta exposición podemos ver el resultado del trabajo de jóvenes artistas atentos a la realidad deleznable que es, sin duda, el caldero del mal. Antiguamente la violencia estaba ligada al cambio, a la transformación, ahora nos enfrenta a lo peor. Muros y cerraduras nos separan del mundo, vivimos confinados, mientras los delincuentes transitan libremente por las calles. La resignificación de este infierno no sólo estriba en la forma sino en un fondo absolutamente convulso”.
El balance de esta exposición deja entrever, en el lenguaje de estos artistas jóvenes, al millón y medio de desplazados por la violencia; mientras el presidente se lima las uñas el costo de la gasolina se eleva, el kilo de tortilla y la canasta básica siguen levitando, y ninguna reforma es suficiente para dar sustento a los desposeídos.  “Televisa: Orgullo de México”, una declaración que avergüenza y deja con la boca abierta a más de uno que se pregunta, ¿de dónde habrá salido el ignaro que lo dijo? Cuando se reúnen la ignorancia, la estupidez y la ambición, algo grande está por ocurrir, nos dice el arte cuando denuncia. No sólo hay Estado fallido, también hay aviones de millones de dólares para mostrarnos la pobreza del país.
Ayotzinapa, el fantasma que nos confronta, la herida más profunda que somos todos. ¿Démosle vuelta a la página? La fantasía por excelencia es imaginar que el gabinete actual termina su sexenio.

Ricardo Guzmán Wolffer
Desde el momento en que se declara la guerra a la “otredad indefendible” (el crimen organizado, la corrupción, el abuso político, la represión cínica y muchos más), el discurso público saca de contexto las noticias de sangre que hay por millones en el país y, con ello, limita su comprensión y sus implicaciones.
La sangre sigue siendo la primera plana en México. No es sólo por el complejo contubernio –a veces inconsciente, queremos creer– entre factores de poder y medios de comunicación. En la actual administración, con cambios legales que literalmente modifican el concepto de país y cuyos efectos ni siquiera se vislumbran, todo parece opacarse frente a las notas de muertos y desaparecidos: estamos en un país que será modificado a partir de los fallecidos y no de los vivos.
La presión generada por los deudos de esos miles de asesinados y desaparecidos no se limita a los manifestantes ni a quienes recurren a organismos internacionales para obtener una simple respuesta sobre si viven o no sus parientes. El imaginario colectivo es otro, a partir de que resultó inocultable la avalancha de sangre. Son los muertos los que reinan este tiempo.
La impunidad como costumbre
La necesidad de explicar las causas de la violencia extrema se altera ante la evidencia de que la otredad no reside en los asesinos anónimos, de los cuales algunos son detenidos sin aminorar el desamparo colectivo, sino que la estructura general de poder forma parte de ese mecanismo apabullante. Se han perdido los referentes personales y colectivos. Una respuesta social son las autodefensas ciudadanas, pero jamás podrán acudir a la bolsa de valores o a los mercados internacionales para cambiar los negocios que hacen posible la depredación ambiental irreversible, así como muchos otros problemas: la premura por salvarse de lo micro impide ver la necesidad de resolver lo macro. ¿Sabrán los diputados los alcances que tiene señalar como delito con derecho a fianza los derivados de la especulación o de la elaboración de contratos que empobrecen a millones? ¿Por qué es más fácil encarcelar al delincuente callejero que al de cuello blanco, o al local que al nacional y al internacional? Con su oferta de bienestar económico en un país donde resulta irremediable la existencia de millones de pobres, a causa de la avaricia de unos y la incompetencia o complicidad de otros, ha dejado de tener sentido la división maniquea entre el narco –los “malos” por antonomasia– y el resto de la sociedad, intrínsecamente “buena” toda ella, de acuerdo con dicho maniqueísmo; comenzando esa supuesta bondad, claro está, por gobernantes y todo tipo de autoridades.
Mientras los legisladores comen chocolates con figuras de sus rostros, la vida se evapora de tantos modos que los cadáveres ensangrentados resultan ser minoría en este cementerio dividido en municipios. El imperio de la sangre ha llegado y es necesario señalarlo; primero, para concientizar parte del agobio ya anidado en millones de personas; segundo, para entenderlo y acercarnos a esta forma de vida, donde muchos quieren ver reflejada la cultura prehispánica de la sangre.
Suele mirarse la estrepitosa impunidad nacional como resultado de una incompetencia inamovible de la voraz clase política, la cual es capaz de recibir millones y millones de pesos sin siquiera salir a exponer los hechos que debería resolver: cada administración y sus partidos “de oposición” ejecutan “novedosos” mecanismos para aparentar cambios en una realidad que cada vez se evidencia más como perpetua. La sangre es una derivación de esa política basada en el olvido. Los que buscan modos de desaparecer a otros (los queman, los diluyen, etcétera) no viven en otro país. La identidad autorreferenciada con la que actúan los depredadores no puede ser vista como otro hecho aislado: los mecanismos de autorreforzamiento en la delincuencia, sus cómplices forzosos y los insuficientes mecanismos legales, hacen de la impunidad una práctica.

Street art en calles de la ciudad de México y Monterrey. Fuente: Facebook
En México no puede perderse de vista una historia ininterrumpida de colonización. La mayoría sigue defendiéndose de unos cuantos; ya no importa si son españoles con caballos, si son ladrones de tierras, si son saqueadores de riquezas naturales, si lo hacen desde la “legitimidad constitucional”, si nacieron aquí o llegaron en tránsito: hay grupos que devastan sin considerar la continuidad de la vida misma. Octavio Paz explicaba cómo el mexicano vive sintiéndose agredido y cómo desconfía de todos (chingas o te chingan, no hay nada más), y los hechos le han dado razón.
Ya no hace falta dividir entre autoridad y pueblo para saber que el peligro acecha de tantos modos, que sobrellevarlo es ya un reto para millones de depresivos clínicos o presas del estrés que también aniquila, lo cual está clínicamente comprobado. Para muchos, lo que más lastima es ver a otros tomar a manos llenas y advertir la propia imposibilidad de ser parte de ellos: el país ha dado para generaciones de voraces sin pudor y seguramente habrá para más, pero los hastiados caminantes de esas calles colectivas exigen tomar lo suyo, aunque sea intangible, aunque sea la idea de un país por el que aún vale el reclamo.
La necropolítica al poder
La compulsión consumista derivada de las riquezas que se acumulan detrás de los negocios donde unos sangran y otros expiran en la inanición indefendible, termina por consumir a los supuestos triunfadores de la sangre y permea entre quienes miran con horror el camino que ha tomado una sociedad donde, hasta hace unas pocas generaciones, el sentido del aquí y el ahora partía hacia lugares donde no se esperaba ver cuerpos amontonados o reclamos multitudinarios por la presentación de desaparecidos.
Solía mirarse a los exportadores de armas para buscar culpables, pero la barbarie se ha diversificado a tantos utensilios como los que requieran los hombres salvajes que viven en la necesidad de causar dolor y muerte. Los primitivos imponen la ruta y los argumentos no lavan el camino encostrado.
El poder lo sabe y busca perpetuarse, incluso si es necesario mentir o deslegitimar. Los recientes videos donde se muestra a los vándalos como parte de una corporación policíaca sólo reafirman la percepción de que la desestabilización viene de las propias esferas de “seguridad”: crea la necesidad para hacerse inevitable, pero al ser captado por los miles de pequeños Grandes Hermanos, se evidencia el timo. Este último tiene su contrapartida: frente a los millones de descontentos que confían en el efecto de hacer catarsis pacífica, pública y colectiva, también están los estudiantes que queman y golpean y, al hacerlo, aceptan ante ese mismo auditorio virtual que son parte del caos y de la violencia orquestada desde esa sociedad civil que tiene tantos sustratos reactivos como niveles de ultraje dado o recibido. Si son puestos en libertad no es por su inocencia, sino por el desconocimiento aparentemente voluntario (¿qué otra explicación puede haber ante los nimios resultados?) sobre los elementales procesos acusatorios: habrá que ver a esos Ministerios Públicos y policías ante la publicitada reforma penal.
Mientras tanto, en la confrontación mediática se pierde de vista quiénes dieron el paso principal hacia la necropolítica: los delincuentes que saben callar cuando sus peones estatales salen a enfrentar a esos ciudadanos que suponen estar en un ajedrez de dos oponentes: el reclamo de seguridad se ha cambiado por la revancha generacional, se reprocha a los censurables políticos por su cómplice tibieza –los muertos deben ser tomados en cuenta–, pero en el fondo del reclamo hay mucho más: salarios miserables, servicios insuficientes, tarifas excesivas, distribución inexistente de la riqueza... Muchos tienen ya muy poco o nada que perder, y en su desconsuelo han encontrado una bandera para ondear, aunque no se trate exclusivamente de clamar por los aniquilados. Para este Estado que no quiere mirar al verdadero enemigo, es más fácil manipular la expresión inconforme que atacar la causa generadora y, por lo tanto, lo primero –y casi lo único– que se hace es aprobar con velocidad una Ley para la Movilidad supuestamente neutra en términos políticos. En un sexenio de leyes que dicen prometer un futuro mejor, la realidad sigue poniendo a los legisladores en su lugar: ¿de qué sirve esa movilidad si no hay a dónde ir?
Delincuencia, norma y legalización
El Estado se ha perdido en manos de los impunes y los papeles parecen haberse cambiado: el porcentaje de políticos enjuiciados legalmente es mínimo, a pesar de las evidencias reiteradas. Basta hacer cuentas para establecer matemáticamente la culpabilidad ética de los “estadistas”, y sería suficiente ver quién manda en territorios cada vez mayores para establecer hasta dónde se han cambiado los papeles. Se paga el “derecho de piso” porque hay más eficacia social con los cárteles que con esos aparatos de “procuración” de justicia que conllevan niveles casi totales de impunidad.
La insurrección civil ha llegado, pero los de hoy son peores tiranos: al imperio del dinero han ampliado el mandato de la sangre. En un Estado no funcional, la violencia es la única rectora que no se puede simular; quizá por eso “funcionarios” de distintos niveles recurren a ella, ante la certeza de que las leyes existen en lugares que no habitamos, de que esas palabras se las llevó el viento en boca de voraces legalistas que creen reformar un mundo ajeno a sus delirios: hace tiempo que dejaron de ser Estados paralelos: subordinado uno, en el mejor de los casos; inexistente, en cualquier otra realidad que no sea la de “legalizar” los cobros al incluirlos en la nómina.

Una mujer durante una de las marchas de familiares de los normalistas
desaparecidos de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, 12 de diciembre de 2014.
Foto: Xinhua/ Edgar de Jesús Espinoza (EE) (DA) (SP)
Tal como fue sentenciado desde hace siglos, la historia pendular se repite. Ante la masacre sostenida, la República centralista parece que quiere volver: se busca minar las células del federalismo, presumido como democrático, al asumir su inercia ante los salvajes que vuelven para conquistar y mostrar la inexistencia del poder de la legalidad en muchas parcelas, tantas que suman más de las que deberían. ¿Cómo es que ahora la Guerra de Intervención viene de adentro? ¿Cuántos territorios más habrán de perderse? Una de las Siete Leyes expedidas en 1836 otorgaba al Supremo Poder Conservador facultades para declarar la incapacidad física o moral de cualquiera de los tres poderes de la República; hoy se inicia con los municipales. En la evocación de la historia, muchos miran con suspiros al ostracismo de Atenas: si un político reunía determinado número de votos, sin importar la causa, era desterrado por diez años de la ciudad. Hoy tenemos la variante de los políticos autoexiliados que se llevan dinero suficiente para varias generaciones de gozosos ausentes. También están los narcos, que pactan encierros en el extranjero (en cárceles con condiciones tolerables, no como las mexicanas) con penas muy inferiores a las que merecerían bajo una mínima justicia, y con la fácil obligación de dar al Estado gringo sólo un porcentaje menor de las ganancias ilegales, en lugar de restituirlas a los miles de secuestrados, mutilados y deudos de asesinados.
Promesa de muerte
Ante los ojos internos y externos, México ha dejado de ser la tierra de la gran promesa o el líder de una Latinoamérica que ahora apenas existe en el discurso, para volverse un país cuyos muertos tienen voz en muchos países, cuya búsqueda ha llevado a escenarios insospechados; está siendo convertido en un sitio donde los campos exponen sus terribles siembras y manchan los tiempos mefíticos del regreso de una forma de gobernar que supone la primacía de la imagen y el discurso frente a los regueros de plasma que conducen a altares que esperábamos desaparecidos, pero donde se siguen sacrificando miles de vidas a cambio del bienestar fugaz de unos pocos. El postcolonialismo polimorfo ha encontrado un nuevo laboratorio donde los colonizadores tienen tantos nombres que parecen inagotables, pero donde, también, la intolerancia anida en el ciudadano desconfiado y temeroso de las autoridades, a las que mira como si fueran un solo ente que incumple con su labor de proteger a una sociedad perdida entre nubes escarlatas; ciudadanos dispuestos a cobrarse con furia los agravios largamente causados, incluso los verbales: como si no hubiera una interdependencia, como si no necesitáramos la cohesión para avanzar.
No extraña que ante tales realidades muchos busquen escapar por caminos autodestructivos. En este punto, entorno y ensoñación pesadillesca se hacen una serpiente circular que nos recuerda lo rastrero y lo cerca que estamos de la tierra que reclama vidas para brindar algún futuro, con la esperanza de que sea mejor.

Paseo de la Reforma, durante la 5a Jornada Global por Ayotzinapa, 1 de diciembre de 2014.
Fuente: Facebook/ Desinformemonos
Javier Bustillos Zamorano
escena 1
(Es un sitio parecido al interior de un submarino, monitores en las paredes, un comando en media luna, con botones, palancas, teclados, cables etcétera. Al centro, mesa color metálico con seis sillas; no hay ventanas y sólo dos puertas ubicadas una frente a otra. El silencio es absoluto, como si estuviese en un subterráneo. Están el Presidente y los jefes del Ejército y la Marina sentados y en silencio).
general: Señor Presidente… lo de mañana…
presidente: No sé, General. Supongo que no habrá cambios… (Mira su reloj) espero que esta reunión… no sé… sea rápida para dormir unas horas (no termina la frase porque entra el Embajador, seguido de un militar).
embajador: Señor Presidente (le da la mano), General, Coronel, siéntense por favor. Señor Presidente, Francisco, perdona la hora. El presidente Krugman está al teléfono (le pasa el teléfono inalámbrico, presidente se para y va a un costado de la oficina).
presidente: Bueno, bueno… qué tal, presidente Krugman… no se preocupe; dígame (todo en un inglés mal pronunciado) no… no, señor Presidente Krugman, escúcheme un momento, por favor… estoy junto a los jefes del Ejército y la Marina; ya todo está bajo control, lo de hoy en la mañana fue absolutamente necesario… no, presidente Krugman, yo le aseguro… sí… pero, no, no, no… bueno hablaré con él, pero inmediatamente le hablaré a usted… por favor, gracias (le devuelve el teléfono). Embajador…
embajador: Cálmese Francisco, por favor siéntese; déjeme explicarle: tal como el presidente Krugman le dijo, la única salida que tenemos es que renuncie y lo haga mañana mismo; no hay tiempo para más…
presidente: No, embajador, no. Este es mi país, este es mi gobierno y sé que vamos a superar la crisis… lo de esta mañana, lo reconozco, fue un error pero no de nuestra parte, la policía de la ciudad era la encargada de controlarlos pero fueron rebasados… no había otra opción, además varios de ellos iban armados, en este momento ya me tienen el resultado de las investigaciones…
embajador: Francisco, nuestro equipo tiene pruebas de lo contrario a lo que usted dice, tenemos videograbaciones; la policía federal llegó disparando…
presidente: Pero iban a incendiar el aeropuerto…
general: Si me permite, señor embajador…
embajador: ¡Por favor, señores! ¡Usted sabe que es cierto! ¡Que no le hayan informado bien al Presidente es otra cosa! Francisco, por favor, usted sabe que ya no tiene el control…
coronel: El secretario de Gobernación…
embajador: ¡El secretario de Gobernación es un corrupto que sólo se ocupa de sus ambiciones propias! Perdón, Francisco, pero tú sabes que tenemos la historia completa de todos ustedes, completa y lista para ser usada en este mismo momento si no accedes. Creo que el presidente Krugman fue claro; él ya no puede con la presión de los empresarios, la economía está por los suelos, ya no hay forma de contener la salida de capitales y la devaluación es inminente. Todo lo que se consiguió con las reformas pende de un hilo. Francisco, por favor, usted lo sabe, no tengo que entrar en detalles. Además el acuerdo original preveía esto.
presidente: Me puedo negar, embajador, finalmente estoy en mi país y tengo el deber de enfrentar esta situación hasta sus últimas consecuencias…
embajador: Si esa es su respuesta definitiva, en este mismo momento le informo al presidente Krugman. Suerte, señor Presidente (se para).
general: (Deteniéndolo) por favor señor embajador, se lo suplico, un momento, por favor, un momento. Señor Presidente: es mi deber decirle que como su subalterno le debo respeto y obediencia, pero como soldado mi primera lealtad es con la patria. En este momento nuestra patria se incendia y si la única salida para preservarla de mayores daños es su renuncia, como militar y como mexicano le pido que renuncie… ¿Coronel?
coronel: Primero y antes que nadie la patria.
embajador.- Francisco: tengo órdenes expresas del presidente Krugman de velar por su seguridad y la de su familia; en este momento están listos los helicópteros y el avión para llevarlos a suelo estadunidense, mientras usted y nosotros enfrentamos esta situación.
presidente: ¿Qué va a pasar?
embajador: Ya lo sabe: asumirá el secretario de Gobernación y posteriormente el Congreso de la Unión designará como substituto al dirigente de izquierda que usted ya conoce. Como siempre, usted tendrá toda nuestra protección, tiene mi palabra y la palabra del presidente Krugman. Ahora le ruego que apresuremos los detalles…
escena 2
presidente (frente al micrófono de la sede parlamentaria):
Honorable Congreso de la Unión…
Luis Guillermo Ibarra
Ricardo Piglia nos dice de manera insistente que los dos grandes temas de la novela son la aventura y el crimen. Por medio de ellos se mueven los personajes de su órbita, quedan abolidas las fronteras, se desarrollan un sin fin de sueños y de horrores de los que es capaz el ser humano. ¿Hasta dónde puede llegar el hombre? Esa parece ser la pregunta que arroja toda gran narrativa literaria.
Rodolfo Walsh sabía de estos asuntos. Las entrañas de esa realidad a la que se asomó escondían los inagotables ecos del horror y de la barbarie. A estos rincones solamente tuvo acceso por medio de una insistente y aguda investigación; por una exhaustiva y terca forma de hacer de la aventura un plan para mostrar las verdades escondidas por la historia oficial. Crimen, investigación y aventura, ficción y realidad, centro y marginalidad, quedaron entrelazados en las páginas del escritor argentino. De aquella anécdota sucedida en José León Suárez, provincia de Buenos Aires, en junio de 1956, donde un grupo de civiles son fusilados por la policía de la libertadora, se desprenden todos esos hilos que darán como resultado la novela Operación masacre.
A Walsh le resultó sumamente revelador encontrarse, seis meses después de aquellos acontecimientos, con un sobreviviente. Aquel “fusilado que vive” lo llevó a encontrar a otros sobrevivientes más, hasta lograr encontrar un total de siete personajes que habían sorteado la muerte. Ante los ojos del escritor surgía un archivo vivo de voces, en el que las palabras flagraban otra vez el destino humano. Eran los muertos hablando de nuevo. Uno de ellos con medio rostro a causa de una bala; todos ellos huyendo, escondiéndose ante el temor del aniquilamiento y la muerte.
La versión oficial arrojaba que aquellos hombres eran parte de una subversión, que una “ley marcial” decretada al día siguiente de los acontecimientos, permitía al nuevo gobierno apagar cualquier llama que alterara la paz de la nación. La seda de la ley del discurso oficial, por lo tanto, admitía todo. Los telones que abre Rodolfo Walsh dirían otra cosa. Esa mano justiciera, capaz de devolver el orden ante la más mínima provocación, era sistemáticamente criminal. Entre la civilización y la barbarie de Sarmiento, en el discurso se mostraba de una forma más insistente la primera. Sin embargo, bastaba escarbar un poco para encontrarse con el claro despliegue de injusticias, con el instinto del aniquilamiento del otro, con la hazaña de sangre impune que cobraba vidas humanas; con la eterna sombra de la barbarie.

Rodolfo Walsh leyendo un capítulo de Operación Masacre
Para nada es exagerado decir que Walsh se adelantó a todo. No sólo a esa configuración poética de un estilo denominado “novela sin ficción”, reino de unión entre la literatura y el periodismo, que en los años sesenta tuvo como centro a Truman Capote. Walsh se impuso la creación como un viaje y un destino que apelaba a las frágiles versiones oficiales de los acontecimientos.
Su relato ponía como centro no sólo la verdad que le interesaba descubrir, sino la propia búsqueda de la verdad. Una exploración llena de piedras y de personajes sorprendentes, de contradicciones que develaban los alcances de lo que eran capaces los hombres que dirigían los destinos de su nación. Esa realidad que interesó al escritor no hubiera llegado a volverse gran literatura sin el proceso de selección y el descubrimiento de los elementos representables, sin esa aguda mirada que descubría las tramas ocultas de un sistema y el crimen que escondían los discursos legitimados desde los más oscuros intereses.
Operación masacre se publicó por vez primera en 1957. En ediciones posteriores se le agregarían nuevos prólogos y algunos hallazgos que fue realizando el escritor argentino. De hecho, el mismo periplo de las ediciones de la novela merecería una historia aparte. Aquellos hechos de 1956 siguieron formando parte de la historia reciente de Argentina, y tendrían su mayor intensidad durante la dictadura militar de 1976 a 1983. El mismo Rodolfo Walsh, con su desaparición y su muerte, sería una víctima más de estos acontecimientos. 
A estas alturas, ¿qué tan lejos estamos de aquella Operación masacre? Los escenarios en la época actual no son inamovibles. Las fichas mayores del horror actual en el mundo parece estarlas aportando el gobierno mexicano; los casos de Tlatlaya y Ayotzinapa no dicen otra cosa. La Operación Masacre y el crimen de Estado a estas alturas son innegables. Los culpables se esconden en las versiones de sus propios discursos oficiales, cada vez más absurdos e increíbles. No cabe duda de que es necesario continuar la senda marcada por Rodolfo Walsh en su novela, por medio de la denuncia y la resistencia.
Guillermo Samperio
Una boa se escapó por la mañana del serpentario del arquitecto Quiroga Mancillas al norponiente de Ciudad de México, informó AFP. Se supone que Quiroga es adicto a este reptil y otros semejantes; el nombre o apodo del animal es Felipe, pues Quiroga suele bautizar a sus animales con nombres humanos, debido a que es proveniente de una población cercana a la selva chiapaneca donde se adoptan estas bestias, según explicó su delictuoso propietario. Dijo que la serpiente no es peligrosa, pero recomendó a los ciudadanos del DF que no se acercaran al animal, pues podría atemorizarlos, además de que tiene un poco más de una semana sin alimentarse; entonces, realiza movimientos extraños como retorcerse y abrir la boca de forma desmesurada, en general desatando su instinto de defensa o conservación.
Eso sí, explicó Quiroga Mancillas, es posible que Felipe devore ratas gordas o perros de mediana estatura en general callejeros, pero el arquitecto está en plena disposición de reponer a las familias dañadas por aquellos canes o gatos que, en un error o confusión de la boa, llegue a devorar.
Felipe logró su escapatoria levantando una parte de la puerta de la jaula del serpentario, cuyo cuidador, de nombre Lucero Acosta, ya preso en el Reclusorio Norte, no la dejó cerrada de manera hermética. Los expertos Medina y Fernás comentaron que la boa es de la familia de las pitónidas reticuladas que llegan a medir de 2 a 10.32 metros, no contienen veneno y su técnica de atrapar a sus víctimas es por constricción, enrollándose en ellas hasta asfixiarlas, procediendo después a devorarlas. Eligen a sus presas dependiendo del tamaño de laPythoninae y de sus necesidades alimentarias; pero afirmaron que, en el caso de Felipe, “había escasas posibilidades” de que atacara a alguien, además de que no era seguro que consiguiera sobrevivir por sí sola durante mucho tiempo, amén de los casos mencionados.
Sobre el asunto de que si era posible que la boa constriñera a bebés y/o niños pequeños, aventuraron a responder que en el caso de bebés lo veían complicado debido a que la responsabilidad paterno/materna, en general, es acuciosa respecto de los rorros; en cuanto a los niños más grandes, alrededor de seis años, en la actualidad tienden a permanecer en sus casas enajenados en torno a sus aparatos electrónicos y atendidos por gente de la casa o la servidumbre.
No dudamos –añadieron–, en un extremo de hambre, que pudiera atacar a un adolescente, incluso a algún adulto, pues tenemos entendido que la extensión de Felipe es de 8.47 metros.
Sería una desgracia, apuntaron, que Felipe se introdujera en una casa de cuna, pero éstas, por lo general, se encuentran bien vigiladas y, por decirlo así, es en suma difícil que una boa o una pitón puedan girar picaportes, a menos de que alguna enfermera, por equivocación, dejara entreabierta una puerta. Sin embargo, finalizaron, esta descendiente de la antigua Macrostomata es apenas un peligro menor ante el rapto de menores con fines ilegales en usos internos del país y exportación de niños al extranjero; la cifra promedio de ambas prácticas asciende a 30 mil por año. Esta industria criminal va desde dar a los menores en adopciones ilegales hasta la prostitución, uso pornográfico y tráfico de órganos. No descartamos a las bestias humanas que degluten niños muy pequeños en la clandestinidad, como podría ser el caso de Felipe. No se olvide, agregaron, que nuestros descendientes indígenas llegaban a degustar carne humana, en especial la de los enemigos derrotados, y que los  cruzados europeos, entre ellos los de la Iberia, hacían lo mismo cuando caía un fuerte morisco.
En este contexto, nosotros –dijeron Medina y Fernás– pensamos que el escape de Felipe es un caso de relativa importancia. En el extremo de que llegara a devorar a un par de niños, en todo caso es responsabilidad del arquitecto Quiroga Mancillas, ya que éste sabía muy bien que estaba infringiendo la ley y que tales ofidios y otros animales que mantiene en cautiverio deberían encontrase, obviamente, en zoológicos. Esperamos que las autoridades procedan como es debido.
La última información que se tiene es que el arquitecto Quiroga Mancillas ha desaparecido de su residencia; sus familiares comentaron no saber el paradero del adicto ofídico. Hay dos tesis al respecto: que se fue al extranjero con otro nombre o protegido por alguna autoridad influyente, o que fue devorado dentro de su enorme serpentario al pretender alimentar a sus animales.

 
Fotos tomadas de: www.zocalo.com
Manuel Martínez Morales
La manera más primitiva de acaparar el conocimiento es negarse a compartirlo, tapiar las puertas y ventanas por donde la gente común puede asomarse a los hallazgos de la secta privilegiada.
Enrique Serna, Genealogía de la soberbia intelectual
–Estimados compañebrios, acérquense por favor, que quiero solicitar su amable contribución para una noble causa.
–¿Y ora qué te traes, Mané? Se me hace que nos quieres transar, como la otra vez que nos hiciste el cuento de que ya habías encontrado la fórmula matemática para ganar el Melate, le entramos a la quiniela y ni un rabito vimos del premio.
–Por favor, Chon –responde Mané–, no dudes de mi integridad, debidamente documentada por el título de Doctor en Ciencias Estrambóticas, otorgado por la Universidad de Miskatonic que, por si no lo sabes, se encuentra en la ciudad de Arkham, Massachusetts. Fue fundada en 1690 y su lema es Ex Ignorantia Ad Sapientiam; Ex Luce Ad Tenebras (de la ignorancia a la sabiduría; de la luz a la oscuridad). Además, mi título es reconocido por el Promec, pues tengo la cédula respectiva emitida ahí afuerita de la SEP, en la Plaza de Santo Domingo.
–Entonces ya la hiciste, Mané, ni caso tiene que te juntes con el vulgo, sobre todo el que frecuenta esta modesta cantina.
–Para que mejor me entiendan, compañeros de farra, de lo que se trata es precisamente de que los privilegiados que hemos tenido acceso a una educación avanzada, descendamos de nuestro bien merecido pedestal y compartamos nuestro conocimiento con las masas. En pocas palabras, que salgamos del clóset de la academia y difundamos el saber científico por calles y mercados.
–¿Y nosotros, humildes beodos, cómo podemos colaborar con tan noble causa?
–Muy sencillo, amigos, basta con que acepten pagar derecho de piso cada vez que entren a la cantina y lo que se recaude lo destinaremos a enriquecer la biblioteca de doña Olimpia Lozada, quien vive a unas cuadras de aquí, bajo el puente sobre el Periférico. Si bien su casa consiste en un montón de láminas y pedazos de hule tendidos sobre lo que alguna vez fueron una mesa, dos sillas y un sofá, también cuenta con una pequeña biblioteca. En unas tablas sostenidas por guacales, doña Olimpia tiene una pequeña colección de libros para sus hijos y otros jóvenes que se acercan a leerlos. En su biblioteca puede encontrarse alguna edición de La madre, de Máximo Gorki, y libros de ciencia ficción, de Julio Verne e Isaac Asimov, y otros de divulgación de la ciencia, como algunos de Carl Sagan. Y vieran que a los chamacos les encantan. A veces se juntan y uno de ellos lee en voz alta y entre todos comentan lo leído. Lo malo es que ya los leyeron todos y algunos hasta dos veces, por lo que se me hace justo que colaboremos con un impuesto para acrecentar la biblioteca bajo el puente. Además, les propongo que voluntariamente nos presentemos en casa de doña Olimpia y que el profe Malacates y yo, los supersabios del contingente, condescendamos a impartir algunas pláticas sobre ciencia a los chavos. ¿Qué les parece?
–Para empezar, a mí lo que no me gusta es el pago por derecho de piso y, en segundo lugar, Mané, ¿por qué si Malacates y tú pertenecen al exclusivo club de quienes saben algo de ciencias, deben empeñarse en divulgar lo que la masa jamás comprenderá? Ese tiempo mejor inviértanlo en jugar dominó con nosotros y al calor de unas chelas divulguen sus discretas andanzas con las hermanitas de la vecindad. Es más divertido que una disertación sobre biología molecular.
–Puede ser –responde Mané– que, como señala Enrique Serna, en los institutos científicos, y en los cenáculos académicos, sigue habiendo mucha gente obstinada en exagerar la complejidad de sus disciplinas para crear feudos impenetrables, y no se ha erradicado el viejo egoísmo de las castas sacerdotales, menos aún la soberbia que viene aparejada con la erudición, la capacidad analítica o la destreza verbal. Pero yo los exhorto, comparsas de cantina, a que haciendo a un lado esa perniciosa soberbia nos demos a la tarea de sacar a la ciencia del clóset elitista y la llevemos a pasear bajo el puente.
(Doña Olimpia Lozada es una persona real, ese es su verdadero nombre, vive bajo el
puente con sus hijos y mantiene una pequeña biblioteca en su precaria vivienda. Ver).