José Emilio Pacheco hablaba
del Murciélago Velásquez
del Murciélago Velásquez
Leonel Alvarado
José Emilio acababa de cumplir un año cuando
el Murciélago Velásquez se quitó la máscara. Hay que decir que el Murciélago fue el primer luchador mexicano que usó máscara y el primero que la perdió en un máscara contra cabellera. DF, 14 de julio de 1940.
Despojado de la máscara, el gran maestro
del llaveo y el contrallaveo se refugió en otro misterio: antes de cada pelea invocaba a Zaratustra. Ese fue el Murciélago que a principios de los años cincuenta cautivó al pequeño José Emilio y lo llevó del Ring a la filosofía.
En las letales patadas a la Filomena estaba Zoroastro,
en las impredecibles voladoras y, sobre todo, en La Noria, la llave que inmortalizó al Murciélago y que lo hacía girar sobre el contrincante hasta agotarlo o hasta que el referee paraba la pelea.
El niño no entendía aquellas invocaciones del Murciélago.
Tampoco aprendió ninguna de sus llaves pero sí, admite José Emilio, la curiosidad por la filosofía; que Nietzsche se apareciera, desenmascarado, en la Arena México era tan natural, como esa costumbre que tenía el niño sabio de atribuirle al otro su sabiduría. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario